Ha muerto a los 84 años y el mismo día 21 de diciembre que Vittorio Pozzo el que consiguiera los mundiales de 1934 y 1938, el legendario entrenador de la azurra campeona del mundo del 82.
Enzo Bearzot, el hombre solo contra todo, contra las polémicas, las críticas, orgulloso de defender al grupo. Dino Zoff, el capitán de la Italia que Enzo Bearzot llevó a conquistar el título mundial en España 82, se le recuerda por su "honestidad cristalina", pero lo más importante ahora que ha cruzado el umbral de la inmortalidad que Italia lo recuerde no solo por su sonrisa de bueno, por su pelo hacia atrás, su inseparable pipa y por su sencillez, la que conquistó a todos mientras estaba allí sentado en el avión, al lado del presidente Sandro Pertini, jugando a las cartas junto a Zoff y a Causio, sino también y obviamente lo más importante que fue el hombre que devolvio a Italia a la cumbre del football después de 44 años.
Asumío el mando de la selección en 1975 y lo dejó trás la estrepitosa eliminación en 8avos. de final en Mexico 86. Bearzot empezó en un equipo local, cerca de Aiello del Friuli -ciudad de la frontera noreste de Italia en la que nació el 26 de septiembre de 1927-, hasta llegar al Inter, al Catania y al Torino. Vistió la camisola granate desde 1957 hasta 1964. Colgó las botas ese año; con la azzurra solo se le vio una única vez. Pero el destino quiso que Italia volviera a ganar un Mundial 44 años después, con Bearzot como timonel. Era el 1982.
Era la Italia de Zoff, Rossi, Gentile, Tardelli, Cabrini, la Italia del silencio que el propio Bearzot había impusto a su equipo contra la prensa, que por aquel entonces se tambaleaba gracias a problemas de apuestas de parte de Rossi, líos dentro de la serie A y además su juego no convencia ya que paso la primera ronda de España 82 arañando la clasificación pero en la siguiente ronda arraso con todos sus rivales pasando por encima a la Argentina, Brasil, Polonia y recibiendo a una Alemania diezmada y agotada en la final a la cual lograron interponerse por un rotundo 3 a 1.
Al final de cuentas venció y eso era lo que importaba, que descanse en paz y a pesar de no ser fanatico de la azurra igual le recuerdo con cariño ya que aquel mundial del 82 fue el primero que presencie o por lo menos del que tengo los recuerdos más añejos.
Enzo Bearzot, el hombre solo contra todo, contra las polémicas, las críticas, orgulloso de defender al grupo. Dino Zoff, el capitán de la Italia que Enzo Bearzot llevó a conquistar el título mundial en España 82, se le recuerda por su "honestidad cristalina", pero lo más importante ahora que ha cruzado el umbral de la inmortalidad que Italia lo recuerde no solo por su sonrisa de bueno, por su pelo hacia atrás, su inseparable pipa y por su sencillez, la que conquistó a todos mientras estaba allí sentado en el avión, al lado del presidente Sandro Pertini, jugando a las cartas junto a Zoff y a Causio, sino también y obviamente lo más importante que fue el hombre que devolvio a Italia a la cumbre del football después de 44 años.
Asumío el mando de la selección en 1975 y lo dejó trás la estrepitosa eliminación en 8avos. de final en Mexico 86. Bearzot empezó en un equipo local, cerca de Aiello del Friuli -ciudad de la frontera noreste de Italia en la que nació el 26 de septiembre de 1927-, hasta llegar al Inter, al Catania y al Torino. Vistió la camisola granate desde 1957 hasta 1964. Colgó las botas ese año; con la azzurra solo se le vio una única vez. Pero el destino quiso que Italia volviera a ganar un Mundial 44 años después, con Bearzot como timonel. Era el 1982.
Era la Italia de Zoff, Rossi, Gentile, Tardelli, Cabrini, la Italia del silencio que el propio Bearzot había impusto a su equipo contra la prensa, que por aquel entonces se tambaleaba gracias a problemas de apuestas de parte de Rossi, líos dentro de la serie A y además su juego no convencia ya que paso la primera ronda de España 82 arañando la clasificación pero en la siguiente ronda arraso con todos sus rivales pasando por encima a la Argentina, Brasil, Polonia y recibiendo a una Alemania diezmada y agotada en la final a la cual lograron interponerse por un rotundo 3 a 1.
Al final de cuentas venció y eso era lo que importaba, que descanse en paz y a pesar de no ser fanatico de la azurra igual le recuerdo con cariño ya que aquel mundial del 82 fue el primero que presencie o por lo menos del que tengo los recuerdos más añejos.
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