En un día como hoy pero de hace 20 años fue publicado uno de las joyas infravalorados del pop independiente, se trata del "Don´t Get Weird On Me" segunda placa en solitario que el maestro Lloyd Cole lanzaba al mercado.
Luego de haberse separado de su banda The Commotions, el maestro Lloyd Cole se mudo a Nueva York para empezar una carrera en solitario donde tuvo la oportunidad de grabar con figuras como Fred Maher, Robert Quine y Matthew Sweet que a la vez dieron como resultado la producción de dos álbumes: "Lloyd Cole" (1990) y el referido en esta nota.
El resultado fue ambivalente ya que si bien no gozo de popularidad radial si logro entrar en el gusto de un publico más selecto y por supuesto de la critica, el álbum fue grabado en dos partes, la primera mantuvo un sonido basado en el rock neoyorquino el cual había adquirido desde su placa debut y la segunda parte contó con la curiosidad de incluir un sesión con un orquesta muy al estilo de Burt Bacharach o Scott Walker, por lo cual fue considerado por la critica como su punto más álgido en cuanto a creatividad, definitivamente se estaba tratando de un álbum genial en todos los sentidos de la palabra pero que desgraciadamente no fue muy bien recibido por el publico en general lo que repercutió lastimosamente en unas muy pobres ventas y la perdida del contrato de distribución con Capitol Records, aunque inmediatamente sus trabajos fueron adoptados por Rykodisc.
El nombre de la placa viene de una frase pronunciada por el escritor minimalista norteamericano Raymond Carver, y es sin duda su máxima entrega gracias a las complejas canciones, arreglos de cuerdas y orquestaciones finamente producidas a lo largo de los 12 jugosos que contrastan magistralmente junto al sonido pop/rock que agarro de su experiencia neoyorquina, además que la placa posee varios cortes pegones y tentadores entre los que cabe destacar "Butterfly", "Margo's Waltz o mi favorita "To The Lions"
Imposible no guardarle cariño a esta placa ya que fue la que me introdujo al mundo sonoro de Cole, lastimosamente se trata de uno de los discos más infravalorados de la historia del pop a pesar de que hasta la fecha sigo sintiendo la misma vibra y el mismo nudo en la garganta cuando lo toco de principio a fin, además que la portada es una de mis favoritas por lo sencilla pero a la vez imponente que resulta ser la imagen de Cole.
Don't Get Weird On Me Babe Tracklisting:
1. Tell Your Sister
2. Weeping Wine
3. To The Lions
4. Pay For It
5. The One You Never Had
6. She's A Girl And I'm A Man
7. Butterfly
8. There For Her
9. Margo's Waltz
10. Half Of Everything
11. Man Enough
12. What He Doesn't Know
Luego de haberse separado de su banda The Commotions, el maestro Lloyd Cole se mudo a Nueva York para empezar una carrera en solitario donde tuvo la oportunidad de grabar con figuras como Fred Maher, Robert Quine y Matthew Sweet que a la vez dieron como resultado la producción de dos álbumes: "Lloyd Cole" (1990) y el referido en esta nota.
El resultado fue ambivalente ya que si bien no gozo de popularidad radial si logro entrar en el gusto de un publico más selecto y por supuesto de la critica, el álbum fue grabado en dos partes, la primera mantuvo un sonido basado en el rock neoyorquino el cual había adquirido desde su placa debut y la segunda parte contó con la curiosidad de incluir un sesión con un orquesta muy al estilo de Burt Bacharach o Scott Walker, por lo cual fue considerado por la critica como su punto más álgido en cuanto a creatividad, definitivamente se estaba tratando de un álbum genial en todos los sentidos de la palabra pero que desgraciadamente no fue muy bien recibido por el publico en general lo que repercutió lastimosamente en unas muy pobres ventas y la perdida del contrato de distribución con Capitol Records, aunque inmediatamente sus trabajos fueron adoptados por Rykodisc.
El nombre de la placa viene de una frase pronunciada por el escritor minimalista norteamericano Raymond Carver, y es sin duda su máxima entrega gracias a las complejas canciones, arreglos de cuerdas y orquestaciones finamente producidas a lo largo de los 12 jugosos que contrastan magistralmente junto al sonido pop/rock que agarro de su experiencia neoyorquina, además que la placa posee varios cortes pegones y tentadores entre los que cabe destacar "Butterfly", "Margo's Waltz o mi favorita "To The Lions"
Imposible no guardarle cariño a esta placa ya que fue la que me introdujo al mundo sonoro de Cole, lastimosamente se trata de uno de los discos más infravalorados de la historia del pop a pesar de que hasta la fecha sigo sintiendo la misma vibra y el mismo nudo en la garganta cuando lo toco de principio a fin, además que la portada es una de mis favoritas por lo sencilla pero a la vez imponente que resulta ser la imagen de Cole.
Don't Get Weird On Me Babe Tracklisting:
1. Tell Your Sister
2. Weeping Wine
3. To The Lions
4. Pay For It
5. The One You Never Had
6. She's A Girl And I'm A Man
7. Butterfly
8. There For Her
9. Margo's Waltz
10. Half Of Everything
11. Man Enough
12. What He Doesn't Know
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