Segundo single oficial en desprenderse de la placa homonima de Bon Iver que usa como locación para su video las frias y magicas tierras de Islandia, unos paisajes preciosos, lagos de agua limpia y cristalina, fresco aire puro, y esas montañas verdes desoladas en donde un niño pasea tranquilamente sin preocupación alguna, más triste y melancolico no se le puede pedir a Bon Iver que siempre ha tenido ese dilema "o te gusta o no te gusta", eso si la canción es una buena elección para acompañar la siesta o un tiempo apartado de contaminación sonora.
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