A mediados de los años 70's, el fabricante de juguetes Mego era un actor principal en el escenario de las figuras de acción. Solía modelar y distribuir muñecos para niños inspirados en los personajes de películas y series de televisión. Entre sus hits figuraban los juguetes de la serie Star Trek, Starsky and Hutch, y por supuesto la línea de figuras basadas en la banda Kiss.
Por tales motivos, los productores de Star Wars en 1976 se acercarón al fabricante para que se encargaran de la línea de juguetes de la película, pero Mego Toys simplemente rechazó la oferta por el simple hecho que no le vieron mucho valor y éxito comercial a la película. Irónicamente Star Wars llegaría a generar más de un $1 billón en ganancias por sus juguetes y mercaderías, que si tan solo Mego Toys le hubiera entrado al asunto, quizás seguiría vivo y no hubiera terminado por cerrar y desaparecer en 1983.
Gracias al rechazo de Mego Toys, los productores terminaron fichando a una pequeña compañía llamada Kenner, para que realizara la línea de juguetes basados en la película lo que volvería a Kenner en una de las compañías de juguetes más exitosas y grandiosas del mundo. Pero para llegar a eso, la compañia tuvo que lidiar con un evento que por poco les cuesta la exclusiva.
El éxito de Star Wars tomó por sorpresa a la compañia, ya que no esperaba que durante el verano de 1977, la película se convirtiera en un fénomemo cultural y en la más taquillera de ese año, eventualmente sería la de todos los tiempos, pero esa es otra historia. En un principio Kenner estaba listo para satisfacer la demanda de artículos relacionados con la película, y ni siquiera tenían pensando producir figuras de acción, sino cosas más simples y fáciles de fabricar como rompecabezas y libros para colorear, pero los niños no deseaban eso sino las figuras de acción.
Así que no le quedó otra que lanzarse a crear figuras de acción basadas en los personajes principales de la película, pero esto no era nada sencillo, ya que tenían que diseñar, esculpir, probarlos, hacer los moldes, y ya cuando todo estuviera listo, producirlos en millones de figuras individuales de 4". Hasta ahí todo bien, pero el problema era que las figuras no iban a estar listas para la Navidad de 1977, ya que como minímo tomaría cerca de un año poder tener lista una línea de juguetes de plástico sin contar el factor dinero, aún si hubieran trabajado a contra reloj, no hubieran estado listas para la fecha más importante del año que sin duda era la Navidad.
Pero Kenner tenía un as bajó la manga, y casi que a manera de apuesta, salieron a contarles a sus minoristas que lo que iban a vender sería una caja vacía a manera de promesa, convenciendo a los padres de familia que pusieran este certificado que se conocería como el Early Bird Certificate bajo el árbol de Navidad. El experimento si que funcionó y se convirtió en una de las movidas de mercadotecnía y publicidad más acertadas y lucrativas de la historia.
Este certificado consistía en una tarjeta metida en un sobre, con un stand para colocar las figuras que aún no existían, un tarjeta de membresía del club de Star Wars, unas anémicas calcomanías, y una especie de cupón, la idea era que detrás del Certificado, los niños lo llenarán con su nombre y dirección y luego lo enviarán por correo y a esperar. Unos tres meses después, su primer set oficial con las primeras figuras de acción llegarían junto con unos dispositivos que les permitirían montarlos en el stand que ya tenían.
Al final de cuentas, Kenner cumplío salvo algunas excepciones como suele pasar y enviarón en su momento, el primer set de figuras que incluía a: Luke Skywalker, La Princesa Leia, R2D2 y Chewbacca. claro que después se venderían de manera indivual, pero esta era una edición especial que estaba disponible por correo únicamente. Ya cuando las figuras finalmente llegarón a las tiendas, el rango había aumentado a 8 más para un total de 12 figuras de la primera oleada oficial, y a finales de 1978 se incorporaron los vehículos y sets de juego, aunque seguiría teniendo ciertos problemas para cumplir con la demanda.
La misión fue cumplida de la manera más ingeniosa de parte de Kenner, irónicamente el famoso y a la vez infame Early Bird Certificate terminó convirtiendose en la mercadería más rara de Star Wars, y una de las más codiciadas entre los coleccionistas, ya que muchos de los ejemplares que aún sobreviven fueron rasgados y desfigurados por los niños cuando lo abrieron, por eso es que algunos ejemplares sellados y en condiciones intactas aún se pueden vender por varios cientos de dólares, claro está que también hubieron otros que fueron llenados y enviados y nunca más fueron vistos.
Sin duda el Early Bird Certificate hizo historia durante la navidad de hace 40 años, y quedó establecido como uno de los artículos más raros y curiosos de la cultura pop, al menos en los Estados Unidos, desconozco si se vendieron en otros lugares del mundo, lo más seguro es que no, ya que hace 40 años los estrenos de las películas no eran como ahora, en Guatemala se estrenó hasta 1ero., de Enero de 1978 por lo que las figuras individuales llegarón sin problema entre mediados de año y la Navidad de 1978, por lo que el famoso Certificado ni visto ni oído por estos lares.
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