Es el año 1996, y aquí seguimos con las crónicas navideñas, ya entrábamos de lleno a la última mitad de la década del siglo XX y con una ciudad cada vez más diferente en medio de un boom mobiliario que no ha dejado de continuar y a eso se le sumaban los cambios tecnológicos cada vez más evidentes, el internet ya hacía su aparición aunque era bastante caro como para pasar horas navegando, la comunicación celular era todavía muy cara, y cada vez el tráfico se iba intensificando pero era pasable, y se iban agregando al panorama cada vez más centros comerciales como lo fue el Tikal Futura inaugurado ese año.
Fue el año clave de la famosa "Firma de la Paz" en Guatemala, se llegaba por fin a un acuerdo en donde se terminaría la guerra civil, aunque no nos imaginábamos que iba a ser el comienzo de una violencia urbana en los años siguientes agravándose hasta la fecha, muchos guerrilleros y militares quedaron sin trabajo y no sabían otra cosa que hacer y optaron por el mal camino, pero esa es otra historia, ese 29 de Diciembre marcó la fecha en el calendario nacional, y se auguraban grandes cambios para el país.
Aparecieron entonces edificios como El Atlantis que buscaban desarrollar un concepto de oficinas y centro comercial en su planta baja, que en un momento les funciono, pero después ya no pudieron competir con los pujantes Mall que ofrecían más cosas, en ese entonces eran Los Proceres, Pradera, y Tikal Futura que se peleaban los clientes, y otros como Peri Roosevelt, Mol y Montufar se mantenían muy de cerca, y otros de antaño como los Novicentro iban perdiendo relevancia hasta convertirse en centros comerciales anclas que se sostenían por la presencia de algún supermercado conocido, estos nuevos Centro Comerciales eran grandes de hasta tres o cuatro pisos, con bonita arquitectura y en los puntos clave como la zona 10 y Roosevelt.
Las tradiciones iban cambiando, unas lograban mantenerse como el conteo para Diciembre y la música navideña de la Doble S, el Desfile Navideño también, la Quema del Diablo pero esta iba siendo cuestionada por la contaminación, el Árbol Navideño se colocaba en una recién estrenada modificada estructura en el Obelisco con un paso a desnivel cuya tendencia comenzó en los 90's, el Canal 7 ya no tocaba sus canciones tropicales por su aniversario, y la famosa Maratón del Juguete era cada vez más corta teniéndose que reunir los juguetes en tiempo record, y para el fin de semana previo a la Navidad, se daba el show de Luces en el campo Marte, en esa ocasión lo presenciamos donde mi tía abuela que vivía en la zona 5, y gracias a que la televisión por cable era ya masiva, pues los especiales navideños dejaron de existir, entonces en los canales extranjeros se miraban las películas clásicas como Scrooged, A Christmas Carol, Home Alone que hoy en día es un clásico, y otras más, mientras que a los cines llegaba "El Regalo Prometido" con Arnold Schwarzeneger y Simbad, sobre un muñeco Turboman y que ejemplifica lo que la Navidad se había convertido desgraciadamente, compras masivas y compulsivas sin respetar el origen de todo, esa película con el tiempo se ha vuelto un clásico sin duda.
Los juguetes deseados era la consola Playstation cada vez más popular, mientras que Nintendo buscaba mantenerse con el Nintendo 64 y por otro lado estaba Sega Genesis, que junto a clásicos como las muñecas Barbie, las bicicletas y los balones eran los que se rifaban los deseos de todos los niños y grandes, mientras que en tecnología aparte de los celulares Tango, estaban los compact disc players portátiles, eso era lo mejor que uno hubiera podido recibir de regalo en esa época, en mi caso, recuerdo que ahorre y me compre unas gafas redondeadas de la marca Black Flys en una tienda de skaters que estaba situado en el centro comercial Las Américas en donde estaban los cines, y en una tiendas de Los Proceres compre el disco de Nirvana "From The Muddy Banks Of The Wishkah" que era la sensación con otros como "Trainspotting", "Blur", New Adventures In Hi Fi" entre otros.
Y así fueron los recuerdos más inmediatos de esa Navidad de hace 25 años, había sobrevivido mi primer año en la Universidad, fue el año del Concierto de Héroes Del Silencio, y del último fusilamiento televisado en Guatemala, siendo de las noticias más destacadas junto a la Firma de la Paz, y así íbamos medio madurando, comenzaban las obligaciones y las preocupaciones, las tradiciones cambiaban, unas se perdían y otras nacían en aquel 1996.
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