Siguiendo con el recuento de las crónicas navideñas a lo largo de las décadas,
llegamos a 1991, el año de los cambios culturales en el mundo pop, de avances científicos y tecnológicos y de la mejor época para ser adolescente con tantas cosas a la mano y por hacer, pese a que no había ni internet ni tampoco móviles inteligentes, claro que si habían pero distaban mucho de lo que son hoy en día, y los primeros habían llegado a Guatemala por esta época pero no sería sino hasta el año siguiente que buscarían comercializarlos un poco más, eran grandes y caros y por ende no tan accesibles para el público en general y su uso era muy limitado, primordialmente el de hacer llamadas nada más.
Fue un año difícil, con similares problemas a los que estamos padeciendo 30 años después, en el país se había padecido la epidemia del cólera, una tremenda sequía que limitó los embalses y condujo a una serie de apagones y regulaciones de la energía, y además fue el año del último eclipse total de Sol, que fue todo un suceso en el país, era el segundo año del nefasto gobierno de Serrano Elías, y pese a todo se llegó con la misma ilusión y alegría de siempre a las navidades de ese año, en una ciudad que iba expandiéndose de a poco pero todavía sin tanto tráfico, algunas costumbres y actividades seguían siendo más o menos las mismas, pero ahora era uno el que había cambiando, en plena adolescencia las celebraciones navideñas tenían otro sentido, ya no eran las figuras de acción sino que todo cambiaba hacía el Super Nintendo o quizás el Game Boy, y claro la ropa, los discos y los sneakers o tenis y en vez de estar al pendiente de los especiales navideños más era la gana de andar con los cuates de cuadra, visitas al Playland Park, a los centros comerciales de moda para pasar el tiempo o alguna fiestecita que pudiera darse por allí.
Habían cosas y tradiciones que todavía se mantenían, por ejemplo, la inauguración del Árbol Navideño en el Obelisco, y creo que ese entonces comenzaba a extenderse por algunos departamentos ya, la extinta Doble S venía anunciándonos que Diciembre estaba cerca y al no más comenzar nos llevaba de tonadas navideñas una y otra vez, el desfile Navideño todavía existía pero ya a esas alturas no era lo mismo para un adolescente, y la Quema Del Diablo comenzaba a generar cierta conciencia ecológica al respecto al menos por donde yo vivía se prohibió realizar fogarones en todas las calles y los concentró en un solo lugar, fue este también que comenzó la tradición de la noche de las luces Campero ya que en Junio de ese año la cadena de restaurantes cumplía 20 años y para celebrarlo trajeron esos fuegos pirotécnicos y gracias al éxito fueron lanzados por primera vez en el Campo Marte, solo que en aquel entonces solían lanzarse el fin de semana previó a la Navidad, luego venía el aniversario del Canal 7 y su canción tropical que ya se había vuelto tradición, y en seguida la maratón del juguete que ahora duraba un poquito menos, y creo que los especiales navideños los seguía pasando el Canal 3 aunque el encanto de los 80's ya había desaparecido y con la televisión por cable pues se miraban otras programas y especiales para las fiestas, ya solo eramos MTV, VH1, y otros canales como el NBC y ABC que transmitían películas y series con temáticas navideñas, y otros canales que eran como la Doble S, pasando película navideñas una tras otra y eso influyó notablemente en la televisión local, aunque todavía recuerdo ciertos especiales y los anuncios de la época, en especial, el episodio Navideño de los Simpsons.
Los 90's marcaron otras tendencias dando paso a los regalos tecnológicos, los CD's se habían vuelto al tendencia y tiendas ya desaparecidas como That's Hollywood, Kismet, Musi Centro, Mercado de Discos y Xtra los ofrecían a precios de ganga para las navidad, otra tienda ya desaparecida llamada Importik & JG Alvarenga vendían aquellos gigantescos equipos de sonidos Technics y Sony, no digamos aquellos televisores todavía pesados de 24" que eran lo más novedoso junto a las videocaseteras, además, los cassettes todavía proliferaban, recuerdo que para esas fechas compre algo de Black Box y Snap y me dieron una cinta con éxitos del rap, apareció en Super Nintendo, consola novedosa muy cara y que era el oscuro objeto del deseo para esas Navidades, y Comcel (hoy Tigo) anunciaba que el mejor regalo era un celular, que era nada más y nada menos que el ladrillo un gadget carisimo para le época y que solo servía para hacer llamadas y apantallar que uno tenía algo inalcanzable, era pesado y la señal no era tan buena pese a ser de la marca Motorola, todavía la telefonía celular estaba en pañales por aquel entonces, la extinta tienda de productos importados Exclusivas mostraba un suculento pavo y productos gringos para pasar las fiestas, recuerdo muy bien esos dulces Brach's muy pero muy exquisitos, y para el estreno ahí estaban los almacenes de la Sexta, Peri Roosevelt que ya había consumado su primera expansión, estaba también Montufar que buscaba mantenerse frente a la exclusividad del Mol, y una tienda de ropa masculina todavía vigente que buscaba atraer nueva clientela ofreciendo diseños más juveniles, y también la famosa boutique del cuero Mariano Riva ya desaparecida ofrecía bonitos diseños con buenos descuentos.
Y así eran las fiestas hacen 30 años, entre cuetes y posadas, todavía con ciertas costumbres que se negaban a morir, otras nuevas comenzaron a surgir en esta década y otras ya comenzaban a decaer, la moda y las tendencias, los regalos estrella de aquella época, el frío intenso, los adornos, las compras, las primeras aglomeraciones en los centros comerciales de la época y que hicieron de aquel Diciembre algo bonito en una Guatemala tan diferente a la actual y que cada vez se vuelve más distante.
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