Tras el masivo éxito de su álbum debut, Idol se mantuvo fiel a sus productores para grabar este nuevo disco, aunque hubieron líos con Chrysalis Records por mantener su control creativo, robando las cintas master y que eventualmente regresaría tras lograr lo que quería, en un principio no tenía baterista y fue traído entonces Tohmmy Price para finalizar las grabaciones, además de Judi Dozier y Jack Waldman que fueron determinantes en el sonido del mismo.
Del disco se lanzaron cuatro singles "Rebel Yell", la power ballad "Eyes Without A Face", Flesh For Fantasy" y "Catch My Fall" que tuvieron videos musicales que los colocó en la MTV y que fueron tremendo éxito para el cantante, lograndolo posicionar en la cima de nuevo, ya que este disco es sin duda su material más consistente lleno de infusiones de synth y new wave pop, con pinceladas de hard rock cortesía de Steve Stevens lo cual se puede notar en el tema "Eyes Without A Face" con el que llegó al top ten Estadounidense.
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