Hace unos 50 años, la gente solía utilizar las camaras fotográficas de la misma manera que nosotros usamos hoy en día los telefonos inteligentes para capturar cualquier cosa y luego subirla a las redes sociales. Desde vacaciones, seres queridos, celebraciones, almuerzos y reunicones familiares, la gente fotografiaba absolutamente todo al igual que lo hacemos hoy en día.
Ahora, imaginemos revivir esa nostalgía perdida adentrandonos en la vida de esta gente extraña, pues es ahí donde radica la belleza de este proyecto "The Anonymous Project", el cual ha sido el curador de tan solo 300 imágenes de una vasta colección de 700,000 kodachromes slides, las fechas, los lugares, y la gente tal vez sea desconocida pero las historias y las tomas siguen siendo universalmente familiares.
Era la época en que las personas solían usar las camáras de 35mm cargadas con filmes generalmente kodachromes para documentar los momentos más sublimes y mundanos de sus vidas, desde imágenes de sus seres queridos, pasando por sus cacaciones, celebraciones, nacimientos de bebes, niños con trajes de vaquero, los tipicos beisbolistas, lo que fuera, cada una guarda un momento único y las vidas de estas personas desconocidas vuelven a vivir una vez más gracias a este libro que compila una serie de slides a manera de narrativa que comienza con escenas tempraneras de la niñez y termina con adultos, repartido en todas las etapas de la vida.
Y pensar que todo comenzó con una inocente compra en eBay, a cargo del cineasta Lee Shulman quién decidío comprarse un set de kodachromes slides de 35mm de fotos familiares anonimas, al contemplarlas se dio cuenta del valor emocional de estas imágenes, y supo que tenía que tener más, por lo que lanzó The Anonimous Project en el 2017 y desde entonces ha adquirido unas 700,000 imágenes, ya sea por donación, o vía vendedores vintage. La colección de 300 imágenes dentro del libro se situan entre 1940 y 1970s y ofrece una mirada en la vida de gente anonima, donde las locaciones, las fechas y los personajes sean desconocidos, aunque lo que más importa son las imágenes tomadas por fotográfos amateur talentosos, y las historias fascinantes que contienen son universalmente familiares.
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